Las abejas melíferas viajan por cientos de flores y chupan unas gotas de néctar, lo almacenan en su estómago donde se mezcla con las enzimas que descomponen los azúcares.
Cuando vuelven a la colmena, transmiten el néctar a otras abejas que, mediante la maniobra de ventilación, evaporan el agua que contiene. Después de repetir este proceso durante unos veinte minutos, se deposita en las celdas del panal donde continuará su maduración hasta que la humedad sea inferior al 18%, transformándose así en miel.
Del néctar a la miel: un proceso laborioso y paciente.
Cada celda de miel se sella con cera, llamada opérculo, para asegurar su estabilidad. Esta miel sellada se conserva en óptimas condiciones de consumo durante muchos años. A partir de entonces, los apicultores inician el proceso de recolección y desoperculado de la miel.
Destacamos
Propiedades
La miel es un alimento saludable, rico en nutrientes y beneficioso para la salud. Su contribución energética es notable para el funcionamiento del cuerpo.